11/5/10

China

La principal razón por la que el sábado pensé que había que ponerse largo ante un previsible inminente rebotazo es que unos cuantos traders internacionales a los que seguía y que pronosticaban el pinchazo de la burbuja inmobiliaria China para 2011, cambiaron radicalmente de opinión y a finales de la semana pasada cambiaron a decir que el pinchazo iba a ser inminente casi sin duda para este verano.
Un cambio tan pesimista de la situación mundial por parte de estos traders me hizo pensar durante el fin de semana en una mezcla entre manipulación y sentimiento contrario.
Ayer vi por TV un programa sobre la burbuja inmobiliaria China, primero entrevistaban a la gente de la calle y parecía estar bastante dividida, por un lado estaban los que me parecían más listos que decían que la subida de precios era insostenible y por otra parte un gran grupo de ignorantes, previsiblemente los que se habían endeudado, en su mayoría clase media China urbana, que pronosticaba que los precios seguirían subiendo ya que la economía China iba muy bien.
Ahora explicaré porqué les llamo ignorantes desde una perspectiva histórica social, o sea lo hago sin ánimo peyorativo.
La clase media China de 40 años que actualmente es la fuerza social más influyente nació a principios de la década de los 70 y tiene una cultura muy pobre, de hecho la primera generación culta de China, tiene ahora unos 20 años y es la primera que accede masivamente a la Universidad, pero no tiene ninguna fuerza para cambiar el estado actual de las cosas.
La generación del 70 sobrevivía con un plato de arroz y tiene bastante atraso con la cultura y preparación de occidente.
Las desigualdades entre el campo y la ciudad son enormes y tambien hay que tener en cuenta que la renta media de un Chino es sólo de 3.000 euros anuales.
El gobierno y sus asesores niegan la burbuja con unos razonamientos casi infantiles, aunque hay que tener en cuenta que nadie sabe como evitar una burbuja inmobiliaria adecuadamente, acaba de pasar en España y USA estos últimos años.
A pesar de que los asesores del gobierno lo niegan, entre otras causas porque pueden ir deportados a Mongolia por un mal comentario, el gobierno sabe que el problema existe y está introduciendo medidas como la posible denegación para la compra de una tercera casa, modificaciones administrativas muy coherentes pero bajo mi punto de vista bastante insuficientes.
El gobierno de todas maneras no quiere frenar la especulación inmobiliaria ya que es el motor actual de la economía China y un parón de esta actividad traería desajustes sociales en forma de paro espectaculares además de un descontento social casi insostenible.
La situación social en la calle es parecida al comienzo de la explosión inmobiliaria en España dónde se empezaba a comprar una segunda vivienda para especular a unos precios fuera de toda lógica.
Las consecuencias de una explosión serían simplemente catastróficas, actualmente la construcción es el 50% del PIB Chino y un enfriamiento repentino de la construcción podría llevar a 100 millones de personas al paro.
Aunque nadie sabe si la burbuja va a explotar o sino va a explotar hasta dentro de 10 años o si va a ser un aterrizaje suave, el caso es que el problema existe.
El problema existe y los inversores de la bolsa llevan vendiendo 2 meses, la bolsa de Shangai hoy ha perdido soportes claves y yo apuesto que corregirá sobre un 20% más arrastrando a las bolsas occidentales a una corrección adicionales desde estos niveles entre el 15% y el 20%
Tambien parece que hay una tendencia a vender casas entre los inversores más informados que han especulado con ellas.

1 comentario:

  1. La bolsa china no tiene entidad para arrastrar a ninguna bolsa occidental.

    no pudo hacerlo Japon y menos lo hará China.

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