31/12/11

MERCADOS LATERALES

Hoy, puesto que muchas crónicas de EEUU hablan de la señal de compra que se ha dado en el Dow Jones, conocida como cruce dorado y que consiste en el cruce alcista de la media de 50 sesiones con la de 200. A mi particularmente me gusta trabajar con la exponencial de 50 y la simple de 200, he querido ver graficamente que resultados tendría una táctica operativa basada exclusivamente en esas señales.
El estudio nos mantiene en todo momento en el mercado y operamos en base a sus señales abriendo cortos y largos.
Para ello hemos elegido un valor cualquier, en este caso Abengoa, simplemente porque alfabéticamente es el primer valor del Ibex 36.
Así tomando datos desde 2003 a la actualidad, vemos como en un principio la estrategia es altamente rentable pues en todo ese periodo, que es relativamente pequeño pues solo hablamos de 8 años, abríamos conseguido una rentabilidad asombrosa del 394,16%, ahí es nada.
Pero como esto de los mercados es un juego de suma cero y para que alguien gane otro tiene que perder, vamos a seguir analizando con mas profundidad.
Y lo primero que vemos, factor, además capital para complicar la operativa, es que los resultados positivos solo se consiguen en mercados con tendencia acusada.
Y cuando hablamos de acusada lo hacemos con mayúsculas pues si os fijáis en los datos de todas las operaciones, la tercera de ellas, que corresponderían a la tendencia alcista iniciada en el suelo de Marzo de 2009 nos deja una pérdida del 7,34%.
Ya ni hablamos de momentos laterales, mercado en rectángulo rosa, como en el que estamos desde 2010, donde todas las operaciones son negativas.
Si estudiamos la tabla de operaciones veremos que las dos primeras nos dejan una rentabilidad del 442,92% y desde ahí vamos perdiendo un 48,76%.
Si observamos aún más detenidamente el gráfico, vemos que en momentos de mucha volatilidad, caracterizados por movimientos muy verticales, produce dispersiones extremas del precio con respecto a su media y de las dos medias entre sí. Por tanto cualquier reacción posterior de la curva de precios con pendientes también verticales, se traduce en perdidas cuantiosas debido a la lentitud de ambas medias, lo que demora mucho la señal de salida.
Pero, ¿Y sí suponemos que un inversor se pierde la primera gran tendencia iniciada en 2003?. Pues el resultado en este caso sería negativo, arrojándonos un rendimiento negativo del 12,84%.
Aunque también podríamos haber dado con un inversor muy avezado y haber rotado a otros activos o estado fuera del mercado durante el lateral iniciado en 2010, en cuyo caso la rentabilidad conseguida hubiese sido del 435,58%.
Como se puede apreciar con este simple análisis, es que en esto de la bolsa no hay piedra filosofal y por tanto no existe sistema alguno que sea perfecto e infalible, con lo que cada momento de mercado debe ser analizado, cada uno con su marco temporal de inversión, debiendo ir adaptándonos siempre al mercado y nunca esperando que sea al contrario.

José Mª Sánchez

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